Nuestra misión es ofrecer los productos para padres y los portabebés más seguros, ergonómicos, inteligentes y de la más alta calidad en el mundo. Queremos fomentar el apego y el vínculo entre padres e hijos, porque a través de nuestra experiencia e investigación hemos comprendido los enormes beneficios a largo plazo de la crianza segura en este mundo tan cambiante. El portabebés Ergobaby nació de una necesidad personal de mantener a mi bebé cerca de mí porque principalmente sabía que nuestro vínculo y su confianza en mí le brindarían a mi hijo beneficios para toda la vida y, en segundo lugar, necesitaba mantenerme productiva y activa. Me encantó que a la edad de 8 meses pudiese portear fácilmente a mi hijo sobre mi espalda mientras hacía las tareas del hogar, jardinería, las compras, caminar o bailar, ¡y a él le encantaba ver el mundo a mi nivel! También era muy fácil acomodarlo para que amamantara mientras yo continuaba con mis actividades.
Cuando estaba indispuesto por la dentición, o tenía demasiado estímulo y necesitaba calmarse, el mejor remedio era ponerlo en su portabebés mientras yo continuaba haciendo mis cosas. A medida nuestro portabebés fue utilizado por más y más padres, los comentarios que recibimos una y otra vez fueron absolutamente conmovedores. Los padres nos decían, y todavía lo hacen, cosas tan dramáticas como "salvaste mi matrimonio, salvaste mi trabajo, cambiaste la forma en que soy padre para mejor, cambiaste toda mi perspectiva sobre la paternidad, me salvaste la espalda, nunca pensé que podría llevar a mi hijo a todas partes". A partir de esta interacción, nuestra misión evolucionó con el deseo de querer darle esta experiencia a tantas familias en el mundo como pudiéramos soñar. ¡Nuestro guía siempre ha sido nuestro consumidor, las mamás y los papás cuyos guía es su bebé! Siempre hemos escuchado atentamente sus voces y hemos adaptado nuestros productos para ayudar a satisfacer sus necesidades.
Mi deseo para Ergobaby es que estemos directamente asociados a las familias para ayudarlas a encontrar soluciones a los desafíos de la crianza y, en última instancia, facilitar el comienzo de la vida de sus bebés para que a medida que crecen tengan mejores herramientas para guiarlos a lo largo de la vida. Un bebé con sus necesidades satisfechas sin tener que gritar para ser comprendido es un bebé que conoce el amor en su esencia. Lo que aprende a su vez es un sentido interno de bondad y compasión por sí mismo y por los demás, una asombrosa capacidad para autorregularse en un entorno con influencias en constante cambio, increíbles capacidades para resolver problemas y una visión del mundo de amplio espectro. Hablo también por experiencia en este sentido. Mi hijo tiene ahora 12 años y es un maravilloso ejemplo de todas estas cualidades. Mi esperanza y mi sueño es que cuando cada uno de nosotros lleve a nuestros hijos al mundo, guiados por nuestra intuición con la crianza del apego como nuestra base, a través de nuestros hijos veremos un cambio en el mundo hacia un lugar más amable, gentil y pacífico para existir.
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